En la
mitología griega Dafne (en
griego Δάφνη, «laurel») era una
dríade (
ninfa de los árboles), hija del dios río Ladon de
Arcadia con
Gaia o del dios río Peneo de
Tesalia.
Dafne fue perseguida por
Apolo, a quien
Eros había disparado una flecha dorada para que se enamorase de ella, pues estaba celoso porque Apolo había bromeado sobre sus habilidades como arquero, y también afirmaba que el canto de éste le molestaba.
Dafne huyó de Apolo porque Eros le había disparado a su vez una flecha con punta de plomo, que provocaba desprecio y desdén. Durante la persecución,
Dafne imploró ayuda al dios del río Peneo, quien la transformó en
laurel, árbol que desde ese momento se convirtió en sagrado para Apolo.